Nuestros queridos "machetes"
 

.

 


Seguramente costaba más preparalos que ponerse a estudiar, pero
quien nos quitaba la adrenalina que producía el usarlos,
ese alerta permanente durante las pruebas escritas, 
con un ojo en el machete y uno en el profesor.
Exitían desde los más simples hasta los más sofisticados,
algunos eran los tradicionales y otros eran creaciones
del propio usuario.

Retorno